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Tranquilidad, acomódate.

Y después de la sensación de dolor y la rabia momentánea, llega la tranquilidad ¿les  ha pasado que tienen esa sensación de que las cosas van a fluir bien? yo estoy ahí ahora. Espero que su visita sea por mucho tiempo y si ve que las cosas se ponen difíciles, se prepare pa’ enfrentar to’ juntas, beberse un café y reírnos después que lo enfrentemos.    Disfruto de su agradable visita ¡que bien se siente!, y gracias a Dios.  Tranquilidad, quédate y acomódate que esta es tu casa.

Incertidumbre, hola.

¿Por qué la incertidumbre? ¿Por qué tengo esta sensación? Disfruto el momento pero llega la duda ¿Cuánto durará? ¿Qué pasará? ¿Será lo mismo? y no se siente bien, me gusta, pero no se siente bien por la incertidumbre. Remolino de recuerdos y sentimientos me estremecen por dentro, quiero seguir pero otra parte de mí se pregunta ¿Hasta cuándo? Tengo una barrera que quiero derrumbar pero me da miedo, emocionarme precipitadamente no es lo que busco, pero ¿Dejaría de vivir por miedo a tropezar otra vez?, ahí vuelve ella, la incertidumbre, es de esas visitas que no te agradan pero perduran más de lo esperado, tendré que buscar la forma de lidiar con ella para llevar mi fiesta en paz y bailar al mismo compás.   

No le pertenecemos a nadie.

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Ella tiene tanto miedo de que le quiten lo que cree que es suyo, pero no entiende que en esta vida no hay ser humano que le pertenezca a otro, ni nosotros mismos nos pertenecemos, no somos dueños de nuestras vidas y nunca sabemos si mañana seguiremos aquí. Ella no entiende que lo que está con ella es el sentimiento, es la compañía, es la decisión, pero jamás puede decir que es dueña de otro ser porque solo somos dueños de eso que compramos, de los objetos y de los sentimientos que a pesar nuestro a veces no los queremos pero no hay forma de cambiarlos. A veces me gustaría que ella entendiera que no puede ir controlando todo a su alrededor, que no puede ni debe perder el tiempo en dar explicaciones, en anunciar sus alegrías y su felicidad. A veces me dan ganas de hacerle entender a ella que eso no se dice, no se grita, no se presume… eso se vive, se disfruta, se guarda. Dicen que la envidia nunca duerme y me da miedo que el día de mañana alguien llegue a echar a

Estos años bien vividos.

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Estoy aprendiendo a cuidar de mí con amor, a cuidar de mis heridas internas, aprendiendo a valorar lo que tengo de mejor, principalmente mis valores.  Estoy aprendiendo a respetar mis errores, mis dificultades, mis características. Estoy aprendiendo a ser cada vez más real, ser quien soy sin filtro, sin mentiras, eso me puede acercar y distanciarme de mucha gente.   Me estoy esforzando para salir de lo que roba mi paz, aprendiendo a vivir más, vivir de verdad con intensidad, escuchando cada vez menos lo que es del ego. Estoy abierta a permitirme ser mejor de lo que soy sin herir a mí misma, sin herir mi salud mental, sin forzar mis límites internos y sin vivir expectativas ajenas.  He entendido que esencia y valores los llevo conmigo a donde sea, lo superficial no tiene importancia, se vuelve insignificante cerca de lo que quiero vivir. Me he colocado cerca de Dios, conectado con el universo con las buenas energías, he sido más empática, viviendo experiencias únicas interna

No soy una mujer de la que la gente se enamora...

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Me han repetido una y otra vez que ‘’el amor verdadero debería de ser mis prioridades en la vida’’. Me he visto condicionada a aceptar y creer que debo experimentar este amor, pero que todavía no estoy lista para ello. Todo con la esperanza de que llegue alguien que me diga las palabras mágicas. Notese el sarcasmo. Nunca he experimentado lo que se siente cuando una persona te confiesa su ‘’amor’’. No es que nunca me haya enamorado, pero nunca nadie se ha enamorado de mí o as í  parece .  No quiero parecer pesimista ni frustrada de la vida, no mal interpretes, pero me  tomó bastante tiempo darme cuenta de la razón. La razón por la que esto sucede es bastante simple: Nadie se ha enamorado de mí porque no soy el tipo de mujer de la que te enamoras. Me explico: Soy un poco complicada. No puedes simplemente tomar mi cariño y empaparte de él sin mínimo esfuerzo. Puede que decidas marcharte de mi lado porque encontraste a una chica que te satisface en vez de una mujer que te ha

Romper esquemas.

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 ‘’Todo lo que quieres en la vida, está fuera de tu zona de confort.’’   Las recetas, una vez concluí que no me gustaban, ¿por qué? pues creo que vivimos así como siendo constantemente adaptados a seguir pasos, normas y comportamientos que si bien son ideales   pueden en determinados momentos, muy puntuales, cegar el raciocinio o los instintos incluso más básicos, como la supervivencia, o aquellos más hermosos como la compasión.    Las recetas son buenas para la cotidianidad, para no tener que decidir qué hacer a cada instante e ir por el camino más rápido y eficiente, pero como todo no son buenas en exceso, qué pasa entonces cuando no funcionan, cuando las cosas empiezan a fallar o más dramáticamente ante un evento inesperado; ¿cómo actuar? ¿qué buscar? ¿qué considerar?, si se tienen que romper algunas reglas   ¿puedes hacerlo?,   ¿tienes valor?, si algunas cosas están muy afincadas será muy difícil, lo ideal sería que lo irrelevante este sujeto a cambios pero l

Balanza entre relaciones y dignidad.

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Seguro todos hemos dicho, leído o escuchado la frase ‘’Yo te quiero, pero me quiero más’’ y es que e n las relaciones, de cualquier índole, existen acciones que influyen y atacan la dignidad del hombre o la mujer. Para los que no sepan, la dignidad es ese sentimiento que nos conecta con nuestro “yo”,  cual nos hace dueños de lo más valioso que tenemos como seres humanos y esto es el auto respeto.  Como ser humano, te enfrentas a muchas dificultades y situaciones que dependen de ti, que están en tus manos y que sólo tú puedes evitarlas o bien permitirlas. Por ejemplo, dentro de una relación amorosa o de amistad, muchos dicen que el amor es ciego porque no vemos cómo es en realidad ese ser que queremos profundamente, pero creo que también se refieren a que hacemos muchas cosas sin darnos cuenta. Esto sucede al querer complacer siempre a nuestra pareja porque estamos enamorados o a nuestros amigos porque los apreciamos mucho y queremos que nos acepten, al hacer esto sentimos q