Estos años bien vividos.
Estoy aprendiendo a cuidar de mí con amor, a
cuidar de mis heridas internas, aprendiendo a valorar lo que tengo de mejor,
principalmente mis valores.
Estoy aprendiendo a respetar mis errores, mis
dificultades, mis características. Estoy aprendiendo a ser cada vez más real,
ser quien soy sin filtro, sin mentiras, eso me puede acercar y distanciarme de
mucha gente. Me estoy esforzando para salir de lo que roba mi
paz, aprendiendo a vivir más, vivir de verdad con intensidad, escuchando cada vez menos lo que es del ego.
Estoy abierta a permitirme ser
mejor de lo que soy sin herir a mí misma, sin herir mi salud mental, sin forzar
mis límites internos y sin vivir expectativas ajenas. He entendido que esencia
y valores los llevo conmigo a donde sea, lo superficial no tiene importancia,
se vuelve insignificante cerca de lo que quiero vivir.
Me he colocado cerca de Dios, conectado con el
universo con las buenas energías, he sido más empática, viviendo experiencias
únicas internamente. Cuando antes todo era una búsqueda externa de un patrón
que un día creí que existía se convirtió en una búsqueda interna real.
Entendí que no es fácil cambiar, que salir de
la zona de confort genera incomodidad, pero que siempre vale la pena cuando es
favorable a nuestro bien. Una persona feliz es la que sabe entender sus límites,
sin dejar de superar sus propias expectativas, es aquella que se permite
encontrar en ella misma lo que tiene de más bonito en esencia sin juzgar el camino ajeno y
eso tiene mucho sentimiento.
Lo que soy y lo que no soy. Lo que tengo
y no tengo. Haber nacido donde nací. La familia que tengo. Los amigos que
tengo. Todo lo que aprendo y todo lo que no entiendo, porque me hace seguir
buscando. Sentir. Recordar. Olvidar. Reír. Llorar. Por AMAR y ser amada.
Agradezco a Dios por estos años bien
vividos.
Comentarios
Publicar un comentario